domingo, 12 de abril de 2015

En La Ciudad Del Mal.Historia II: Sadisthead

                            
                            Capitulo I: La Increíble Confesión Del  Señor Dupont

Un hombre que se llama Dupont, en estado de nervios entra en comisaria contando una terrible e increíble historia, le hacen pasar al despacho del inspector Alex

-Cuénteme que le sucede.-Le dice el inspector Alex  

-Le contare la historia desde el principio.

-En una tienda de antigüedades compre un espejo con relieves en el marco de figuras de grotescos híbridos mitad humanos, mitad animales. Una vez en casa pase el dedo por los relieves, comprobando que podía desplazar las figuras y encajarlas como si se tratara de un puzle ya que los las figuras estaban como amputadas, una cabeza por aquí, un cuerpo por allí y otra garra en otro sitio. Pronto forme una mujer con cabeza de macho cabrío y pezuñas, otra con la cabeza formada por serpientes, otra con cola de sirena, otra con cabeza de rata y un hombre con cabeza de sapo y así sucesivamente y entonces un frio helador salió de dentro del espejo y en vez de reflejarme yo, salió la imagen de una mujer despellejada que salió del interior del espejo y me dijo:
-Yo soy Sadisthead y a partir de ahora, si quieres seguir vivo serás mi esclavo y me conseguirás victimas que me traerás aquí, le llevaba prostitutas de la calle, alas que abría el pecho con sus largas y afiladas uñas como si fueran cuchillos, y se alimentaba de sus órganos y al hacerlo crecía la piel en su cuerpo despellejado, pero esto duraba poco tiempo y tenía un hambre insaciable, teniéndole que conseguir victimas cada día. Atormentado por esos actos atroces de los que yo era cómplice, tenia pesadillas cada noche o no podía dormir. decidí abandonar mi casa por un periodo de tiempo indeterminado, Fui a hablar con el anticuario al que había comprado el espejo y le pregunte, quienes habían sido los anteriores dueños del espejo, al principio se negó a darme la información, pero cambio de opinión cuando le ofrecí una importante suma de dinero. Me dijo que había pertenecido a la señora Serrier, dándome su dirección y decidí ir a hablar con ella.
Los Serrier eran un matrimonio que me contaron, que habían estado alimentando de carne humana a Sadisthead, durante un mes. La señoes Serrier que poseía una gran belleza, había recorrido pubs por la noche y se había insinuado a almas solitarias que llevaba a su casa, Sadisthead se lanzaba contra ellos y se los comía y aunque estos oponían resistencia, nada podían hacer, ante la gran fuerza de Sadisthead. La señora Serrier me conto que tras darle muchas vueltas a como librarse de Sadisthead,, decidieron abandonar la casa durante una semana, dejando sin comer a Sadisthead, al volver Sadisthead no estaba, supusieron que Sadisthead había vuelto a entrar por el espejo por donde había salido, por lo que decidieron poner las figuras en relieve del marco del espejo de forma desordenada, así el espejo que hacia de puerta entre la dimensión de Sadisthead y la nuestra se cerro y el frio helador que salía del espejo ceso y devolvieron el espejo al anticuario, Sadisthead permaneció dentro del espejo hasta que yo lo compre, volví a mi casa después de una semana y Sadisthead no estaba, supongo que ha vuelto a entrar al interior del espejo y he decidido venir a la policía.-Dijo el señor Dupont.
                                        
  Capitulo II: En EL Mundo De Sadisthead       

El inspector Alex le dijo que él y sus hombre le acompañarían a casa, una vez en ella el inspector Alex pudo comprobar que del interior del espejo salía un viento helador, el inspector Alex puso la mano en el espejo comprobando que esta lo atravesaba y noto con mucha más intensidad el frio  y decidió entrar en el interior del espejo acompañado por cinco policías de su equipo, desenfundaron sus armas y entraron, el lugar un largo túnel helado con el techo lleno de estalactitas, las paredes proyectaban una tenue luz, en lo alto del techo pudieron ver una mujer de gran tamaño despellejada, con gran barriga, como si estuviese embarazada y grandes pechos, de uno de sus gruesos pezones salía un cordón umbilical de cuyo extremo colgaban dos pequeños seres con forma humana, en el interior de un capullo de seda, idéntico al que produce el gusano de seda(Bombix  mori), La mujer les enseño sus dos filas de afilados diente y les empezó a gruñir, dispararon a discreción acertándole en el cuerpo y en la cabeza, la mujer murió, uno de los disparos rompió el cordón umbilical, haciendo que sus dos pequeños hijos cayeran al suelo, estos rompieron el capullo de seda que les envolvían con sus manos y asomaron sus cabezas, enseñándoles sus afilados dientes y les gruñeron, les dispararon dejándoles con mas agujeros que un colador, causándoles la muerte, siguieron avanzando por el túnel encontrándose de frente una docena  de aquella de seres despellejados con aspecto humano y del género femenino, les enseñaron sus afilados dientes y les gruñeron para acto seguido lanzarse sobre ellos, estos las acribillaron a balazos, pero seguían corriendo hacia ellos.

- Dispararles a la cabeza.- Dijo Carol.

La obedecieron, disparándoles entre los ojos y causándoles la muerte, pero tras ellos apareció Sadisthead cuyo cuello se estiro como una goma elástica y sus mandíbulas se desencajaron, abriendo la gran boca extremadamente,, metiéndose en la boca la cabeza del agente Néstor y arrancándola de un mordisco con sus afilados dientes, tragándosela, a Carol le salpico la sangre y se giro, pudiendo ver el cuerpo de su compañero decapitado caer al suelo y detrás estaba Sadisthead a la cual mato de un certero tiro entre los ojos,, una vez muertos todos los seres de esa dimensión, el inspector Alex y sus hombres volvieron al lugar de donde provenían, volviendo a atravesar el espejo, al otro lado les esperaba el señor Dupont.

- Señor Dupont, ya puede usted ya puede usted disfrutar de su espejo con toda tranquilidad, lo que si fuera tan amable de darme la dirección de la tienda del anticuario donde compro el espejo.-Dijo Alex.
El señor Dupont saco una tarjeta e la tienda del anticuario donde constaba la dirección, entregándosela
                                
                          Capitulo III: El Anticuario

El  inspector Alex fue a la tienda del anticuario que se llamaba Abraham y le enseño la placa de policía.
-quisiera hacerle unas preguntas sobre donde consiguio el espejo que vendió al señor Dupont.

- No recuerdo  donde lo consegui

-Si lo prefiere puedo hacerle las preguntas en comisaría.

-Aunque se lo diga no me va a creer.

- No lo crea, con lo que he visto hoy me creo cualquier cosa.

- Vera, tengo una extraña enfermedad, por lo que soy propenso a sufrir catalepsias, es decir que por un periodo de tiempo estoy clínicamente muerto y mi alma sale de mi cuerpo, durante una de esas veces fui a parar al infierno y me fije en un espejo con extraños y grotescos dibujos en su marco, cuando sentí que mi alma volvía a mi cuerpo, me agarre al espejo trayéndomelo conmigo y lo puse a la venta.

- La próxima vez que vaya al infierno, asegúrese de no robarle nada a Satanás o yo mismo me asegurare de que se quede en el infierno para siempre.-Dijo el inspector Alex desenfundando su revólver y apuntándole a la cabeza.

-Usted no puede hacer eso, es policía.

-si supiera las veces que me han dicho eso, yo impongo mi ley a Sangre y fuego.- Dijo el inspector  Alex, enfundando su arma y saliendo de la tienda, maldiciendo al tendero


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